
Este cuadro me recuerda intensamente a mi infancia. Éste y otro cuadro de Sorolla (copias, no los originales) colgaban en el largo pasillo (a mi yo en pañales le parecía interminable) del piso en el que vivimos hasta poco antes de que cumpliera 10 años. Es increíble como, una sola imagen como ésta y a pesar de que, de pequeña, Sorolla no llamaba demasiado mi atención, me traiga tantos recuerdos. En realidad, más que recuerdos son sensaciones. Esa sensación de ser diminuta y no llegar al interfono de casa; y las horas que se pasaban mis padres conmigo al brazo delante de ese aparatito para que la nena toqueteara todos los botones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario