La 'Dolce' Vita

Aire fresco. Es lo primero que pensé cuando acabé de ver 'La Dolce Vita' porque la sensación de agobio se había instalado en mí. Es posible que fueran las tres horas que dura el film; es posible que fuera la historia en sí, es muy posible.

Una sátira, una burla de la vida acomodada burguesa. Una historia inconexa, como el propio estilo de vida que quiere plasmar. Hechos, personajes que vienen y se van sin presentarse, una demostración de como una vida vacía puede estar llena de cosas. Repleta.

Un personaje, Marcello, interpretado por Mastroianni que, bajo la batuta de Fellini, sirve de conejillo de indias inocente para mostrarnos como esta clase social puede corromper y despedazar a quien se ponga por delante y quiera seguirles un poco el "juego". Una representación de una clase social que empieza dando risa y acaba dando pena, tanto por su degeneración física como por su propia moral. Gente siempre acompañada de periodistas y fotógrafos que son vistos y retratados por Fellini como buitres carroñeros, espectantes, a la caza de estos pobres snobs, y capaces de hacerlos funcionar como marionetas sólo para conseguir realizar su "trabajo" (entre comillas, lo siento).

Una vida basada en su propio absurdo, en el vacío y la soledad. Y en personajes que, a pesar de parecer no tener escrúpulos, reaccionan cuando tienen el agua al cuello y son capaces de decir cosas como:

"Tengo miedo de la paz".


Una 'Dolce Vita' un tanto amarga.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Condivido tu sensaciòn de agobio de la pelìcula, debido a una idea de inestabilidad hasta el final de una vida sin bases, o bases falsas que pueden irse como han llegado.

Y por la butaca que me daba ganas de salir!!Cuanto quieria una pausa!! :-S

Por qué no subrayaste la bravura de Marcello Mastroianni, un actor fenomenal? Quizàs porque demasiado italiano?!?!! ;-p

"I tuoi occhi sono i più meravigliosi che abbia mai incontrato!!"

Cheers

Sus dijo...

Hahaha! In fatti è un attore meraviglioso, ma fa l´italiano a questo film, non lo puoi negare ;)

Lo de la butaca también es cierto... tres horas en ESAS butacas son una eternidad.

"Sei la donna della mia vita. Cosa faccio io adesso senza di te?"

Plas plas plas :)

Anónimo dijo...

"Condivido"??

Vakulinchuk dijo...

Pues mira, vaya frase por frase. La dijo una mujer de unos 55 años acogida en la Casa de la Caridad de Valencia, madre de 6 hijos, al ser preguntada por su futuro:

"¡Ay hijo! Yo ya no tengo futuro... mi futuro ya pasó..."

Plink... lagrimita.

PD: Para quitarle hierro a la cosa, también entró un tipo al ropero de caridad a preguntar si les quedaban zapatillas Adidas. Juer con los homeless siglo XXI!

Vakulinchuk dijo...

Ah, me olvidaba: la encargada del ropero le contestó que "se habían acabado"... ¿¡¿¡¿¡glubs!?!?!?

Lo dicho, mi programa ahora se llama "Solidarisss, o sea, no?"

Plonk... lagrimón.

Sus dijo...

Condivido = Comparto (por el contexto eh)

Plof plof... la cosa va de onomatopeyas (no haré el chiste malo aunque me venga a la cabeza).

Por cierto, me voy. Vuelvo el domingo. Cuidadme esto ;)

Anónimo dijo...

Botellón!!! Que se va la blogger!!!!!! Yo llevo la birra y el calimotxo oeoeoeoeoeoooeeeeeeeeeeeee!!!!

Anónimo dijo...

Botellón!!! Que se va la blogger!!!!!! Yo llevo la birra y el calimotxo oeoeoeoeoeoooeeeeeeeeeeeee!!!!

Vakulinchuk dijo...

Sí Pedro, sí, que te habíamos oído a la primera. Ale bonito, tranquilo, eh? Descansa, ale, así, así, muy bien.

Jordi Revert dijo...

No la he visto, pero me ha gustado el post... no imaginaba que fuera una película tan amarga (ni tampoco que duraba tres horas), es otro de esos mil clásicos que llaman a mi puerta y que nunca tengo tiempo de ver... Muy molona la foto, mejor que la típica de la fuente que sale en todas las críticas/reportajes de esta película :)

CCD dijo...

Para mí, esta peli es como un libro de Dostoievski. La estás viendo, y te preguntas cuánto queda. Y qué está pasando la mitad de veces.

Pero luego se va acabando y te das cuenta de por dónde van los tiros, le coges el rollete y hasta te sabe a poco.

Sus dijo...

Elegí ese fotograma por dos cosas: primero por la cara de Mastroianni, por la sensación que da de haber perdido el norte. Y, porque la idea de "pose", de "superficialidad" no puede ser más obvia que la que da la pareja de la parte de detrás del coche.

:)