30 días de donaciones


30 días de oscuridad o cómo morir lenta y dolorosamente en una butaca.

La madre del cordero. Acabo de salir del cine y tengo serias dudas sobre si ésta merece ser clasificada como una película de Serie B o no recomendada para gente con capacidad de retención. La retina te puede jugar una mala pasada. Sangre, cabezas, sonidos de huesos. Una historia subcutánea que se sitúa complaciente bajo una grotesca puesta en escena. Un banco de sangre se habría puesto morado.

La historia nos cuenta el asalto a un pueblo perdido en el norte de Alaska por parte de un grupo de chupasangres (hay que tener mala suerte o mucho valor para vivir en un sitio así de horrible). Aislados del resto del mundo y sin luz eléctrica su única escapatoria es no escapar, por paradójico que suene, y esperar inmoviles a que en 30 días vuelva a salir el sol, quitándoles del medio unos pocos hijos del mal y devolviéndoles, así, la libertad. Poco ruido y pocas nueces, un trato directamente proporcional y aparentemente fácil que se convierte en imposible para hacer posible el producto-base: la película. Y sus 5€ me ha costado.

No sé si me ha parecido más aterrador ver cómo la gente perdía sus cabezas, imaginarme 30 días sin sol o que la Isla de Amity se haya quedado sin su poli bueno Martin Brody, pero me tranquiliza pensar que mañana por la noche iré a Marte. En 30 segundos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya no sé si arrepentirme o no de no haber ido a verla...

A estas horas en las que te escribo estarás extasiada de ver a tu Leto y cortar cabezas de quinceañeras cual vampiro chupasangres.

Espero que el cambio de look de tu blog no tenga nada que ver con la peli...

Zoé me ha abandonado y estoy solito y ocioso...

Cada línea que he escrito es un tema distinto. Absurdo como yo en este momento.

Sus dijo...

Anoche fracasé en mi misiòn de cortar cabezas. Quizà porque soy una persona con corazòn y con miedo a ninyas acompanyadas de SUS PADRES. En fin.

Lo que ha creado el hombre que no lo destruya Mtv.

moonriver dijo...

Pues pensaba ir a verla, más que nada porque me trago todas las de Josh Hartnett; aunque después de la crítica destructiva mejor me la bajo de internet y no tiro el dinero.